La semana aparentemente decisiva para los Medias Rojas comenzó con un claro ejemplo de lo que no debe hacer el equipo para mantenerse en la lucha por los puestos del wild card.
Otra mala salida de Rick Porcello recordó a la afición que este año dejó de ser el pitcher aquel que ganara el premio Cy Young. La ofensiva casi compensa su pésima presentación, al anotar cinco veces en un choque que Boston perdía 6 por 0, pero faltó el último impulso y la tropa de Alex Cora cayó por una ante los Mellizos.
Era una promesa de jornada. Los Rays dividieron en su doble tanda con los Orioles y los Indios desperdiciaron la ventaja que tenían sobre los Medias Blancas. Pero en vez de amanecer este miércoles a cuatro juegos y medio de Cleveland y a cinco medio de Tampa Bay, la diferencia quedó respectivamente en cinco y medio y seis y medio, con el tiempo agotándose en la pelea por el comodín de la Liga Americana.
Dos cosas preocupan hondamente: que los patirrojos tengan marca de 23-38 cuando se miden con escuadras que poseen récord positivo, como Minnesota, y que su registro cuando son dueños de casa sea de 34-35.
Ambas cifras son particularmente catastróficas cuando toca recibir esta semana a los gemelos y a los Yanquis, batallando por la supervivencia.
