Este miércoles, fue emitida por parte de la Fiscalía boliviana una orden de detención en contra del exmandatario Evo Morales en el marco de una investigación en su contra por los delitos de sedición, terrorismo y financiamiento al terrorismo.
A través de su cuenta en Twitter, Arturo Murillo, ministro interino de Gobierno de Jeanine Áñez, compartió el documento donde se ordena la aprehensión de Morales, quien actualmente se encuentra en la ciudad de Buenos Aires, Argentina en calidad de refugiado, para ser trasladado ante la Fiscalía Especializada en Anticorrupción y declare sobre estos cargos imputados.
Asimismo, Morales también se pronunció a través de su cuenta en Twitter donde calificó como injusta, ilegal e inconstitucional esta orden, afirmó no sentir miedo y continuar “mientras tenga vida” con más fuerza en la lucha política e ideológica.
La orden de arresto fue firmada por los fiscales Jhimmy Almanza y Richard Villaca; dicha decisión del Ministerio Público surge luego de que Morales expresara su intención de regresar a Bolivia y continuar su trabajo en la política interna de esta nación.
La acusación emitida a Morales por terrorismo se debe a sucesos proporcionados cuando ya no ejercía funciones como presidente, durante los conflictos tras su renuncia, esto hizo que la Fiscalía iniciara un proceso de oficio el ámbito penal ordinario.
También es investigado por el video donde presuntamente se encuentra hablando con el prófugo por narcotráfico, Faustino Yucra, a quien supuestamente le dio las órdenes de cercar ciudades y dejarlas sin comida luego de partir a México.
El coronel mayor Luis Fernando Guarachi, jefe de la policía anticrimen, informó que a través de la orden, las autoridades policiales llevarán a cabo el cumplimiento la imposición judicial, cuya orden de arresto, según una comisión de fiscales, podría ser ejecutada en cualquier hora y día hábil, (y) en caso de ser necesario se solicitará la ayuda a la fuerza pública.
El pasado 10 de noviembre, Evo Morales salió de Bolivia para evitar lo que él catalogó como «baño de sangre» en la nación andina y donde, un día posterior a su partida, comenzaría a ser gobernada por la senadora Jeanine Áñez.
Hace unos días, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, quien fue el encargado de compartir a través de las redes sociales la orden contra Morales, presentó una demanda penal en su contra por aparentemente promover los violentos enfrentamientos que se generaron en el país tras su renuncia los cuales dejaron aproximadamente 35 muertos.
