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En un mundo definido por la tecnología, el uso de las pantallas por niños y jóvenes y sus consecuencias es un tema cada vez más controversial.

Bien si los aparatos electrónicos, el internet y las diversas plataformas que se crean rápidamente son una fuente de conocimiento y posibilidades infinitas, también es cierto que estar pegados a las pantallas nos puede hacer caer en el sedentarismo, teniendo graves consecuencias para adultos, pero incluso peor para los niños.

Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud indica que los bebés menores de 1 año no deberían estar expuestos a pantallas electrónicas y que los niños entre las edades de 2 y 4 años no deberían tener más de una hora de «tiempo de pantalla», esto con el fin de llevarlos a una vida menos sedentaria y más saludable.

Además de tomar medidas con respecto al uso de estos aparatos electrónicos, la OMS también afirma que los niños menores de 5 años deben hacer más ejercicio y dormir más horas para desarrollar mejores hábitos que eviten la obesidad y las enfermedades en la adolescencia y la edad adulta.

La Organización informó en su publicación que la falta de actividad física es responsable de más de 5 millones de muertes en todo el mundo cada año en todos los grupos de edad. Actualmente, más del 23% de los adultos y el 80% de los adolescentes no son lo suficientemente activos físicamente. Si la actividad física saludable, el comportamiento sedentario y los hábitos de sueño se establecen temprano en la vida, esto ayuda a configurar los hábitos durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta.

Como generaciones anteriores estudiaron el impacto de las radios y los televisores, los investigadores de hoy están indagando cuáles son los efectos del tiempo frente a la pantalla dedicado a interactuar con televisores, computadoras, teléfonos inteligentes, tabletas digitales y videojuegos, en el desarrollo del cerebro y la salud en general. Pero hay datos limitados sobre los efectos a corto y largo plazo.

“Lo que realmente hay que hacer es traer de vuelta los juegos a los niños,” afirma la Dr. Juana Willumsen, de la OMS. “Se trata de hacer el cambio del tiempo sedentario al tiempo de juego, mientras se protege el sueño.»

El patrón de la actividad general de 24 horas es clave: reemplazar el tiempo prolongado de pantalla restringido o sedentario con un juego más activo, mientras se asegura que los niños pequeños duerman lo suficiente de buena calidad. También, cambiar el tiempo en reposo del uso de las pantallas por actividades interactivas que involucren otras herramientas, como leer, contar cuentos, cantar y hacer acertijos, es muy importante para el desarrollo infantil.

Para ver el informe completo publicado por la Organización Mundial de la Salud, haz clic AQUÍ

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