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El crimen cibernético conocido como “estafa romántica” continúa incrementando en el país. Según las investigaciones del FBI, las víctimas, generalmente, son mujeres divorciadas o viudas mayores, ya que se encuentran emocionalmente vulnerables. Estas posibles víctimas suelen publicar detalles sobre sus vidas en las redes sociales y se convierten en el objetivo perfecto para grupos criminales comúnmente de Nigeria, como en el siguiente caso.

La estafa

El crimen comenzó cuando se conocieron por internet. Él le dijo que era un amigo de un amigo. Cuando habló por primera vez con el delincuente quien se hacía conocer como “Charlie” en el 2014, la mujer de unos 50 años, se encontraba infeliz en su matrimonio y buscaba con quien conversar.

Antes de comenzar la relación, la víctima, una mujer de Texas, se “encontraba en un matrimonio emocionalmente abusivo, y las cosas no habían funcionado por más de 10 años”, dijo la víctima. Su nuevo amigo apareció en el momento justo. “Lo único que buscaba era ser feliz y creí que podría encontrar eso con Charlie, ya que él era muy positivo, y yo sentía que había una conexión.”

La víctima se hizo amiga de Charlie por la red social, sin verificar que tenían un amigo en común. “Yo usaba Facebook muchísimo. El leía mis comentarios que ponía, yo leía los de él, nos gustaba publicar cosas”, dijo. “Luego empezamos a mandarnos correos electrónicos y empezamos a compartir fotos.”

Eventualmente, se enamoró de este hombre, al que nunca conoció en persona, pero la nueva conexión terminó costándole $2 millones de dólares y muchísima angustia.

Durante sus conversaciones, Charlie le dijo que trabaja en construcción y “que estaba intentando terminar un trabajo en California y necesitaba un poco de dinero para terminar el trabajo. Lo pensé durante un tiempo. Le pedí a Dios que me guiara. Siempre he sido una persona muy generosa, y pensé que si tenía el dinero… podría enviárselo. Me prometió devolverme el dinero dentro de 24 a 48 horas y para mí fue como una declaración de fe” Pero su fe cristiana que ella promocionaba alegremente en su perfil de Facebook, fue lo que le dio al delincuente una increíble ventaja.

Finalmente, le envió $30.000 dólares por un giro bancario, pero al pasar un día y luego otro, la víctima no recibió el dinero de regreso.

“Aunque no me había devuelto el dinero, aún pensaba que todo estaba bien”, dijo. “Yo pensaba que él era la víctima”. Pero después de un tiempo, Charlie le pidió otros $30 mil dólares.

Durante los próximos dos años, la mujer siguió creyendo las mentiras de Charlie, incluso después de cada solicitud de dinero. Todo lo que decía tenía sentido y según ella, estaban enamorados. Eventualmente, el asesor financiero de la mujer se alarmó cuando vio que las cuentas bancarias habían disminuido drásticamente y sospecho fraude. Inmediatamente le insistió a la víctima que se comunicara con el FBI.

Cómo funciona la estafa

“Estos delincuentes pescan a sus víctimas, como un pescador pesca a un pez… tiran el anzuelo y esperan”, dijo Christine Beining, la investigadora de fraude financiero en la División de Houston del FBI, quien ha visto un aumento sustancial en el número de casos de estafas románticas.

Los estafadores románticos a menudo dicen que trabajan en la industria de construcción y que están involucrados en proyectos fuera de los Estados Unidos. Eso facilita evitar reunirse en persona y es más creíble cuando piden ayuda de sus víctimas. Los criminales dicen que necesitan dinero para pagar una emergencia médica o una cuota legal inesperada y prometen devolver el préstamo inmediatamente, pero eso nunca ocurre.

“El Internet hace que este tipo de delito sea fácil porque puedes hacerte pasar por cualquier persona. Puedes estar en cualquier parte del mundo y victimizar a la gente”, dijo Beining.

Según la investigadora, los delincuentes se comunican con muchas personas en diferentes páginas web hasta encontrar a su víctima. Luego usan la información que las víctimas tienen en sus cuentas de redes sociales para desarrollar las relaciones.

La intención de los delincuentes es establecer una relación tan pronto como sea posible, hacerse querer por la víctima, ganar su confianza, y al final proponer matrimonio. Harán planes para reunirse en persona, pero eso nunca sucederá y eventualmente, le pedirán dinero a la víctima.

“Detrás del velo romántico, existe una empresa criminal como cualquier otra”, dijo Beining. “Y una vez que una persona envía dinero y se convierte en una víctima se agrega a la lista de ‘tontos’, dijo. “Sus nombres e identidades son compartidas con otros criminales para posiblemente ser el objetivo en el futuro”.

En el 2016, se reportaron casi 15,000 denuncias clasificadas como estafas románticas al Centro de Quejas de Crimen por Internet (IC3, por sus siglas en inglés). El IC3 es un centro que le brinda al público un medio para denunciar crímenes facilitados por el Internet. El número de casos ha incrementado por casi 2,500 casos más que el año anterior. Las pérdidas asociadas con esas quejas superaron $230 millones de dólares y los estados con el mayor número de víctimas son California, Texas, Florida, Nueva York y Pensilvania. El año pasado en Texas, el IC3 recibió más de 1,000 quejas de víctimas que reportaron más de $16 millones en pérdidas relacionadas con estafas románticas.

Según el IC3 del FBI, las estafas de romance son las estafas con la mayor cantidad de pérdidas financieras para las víctimas en comparación con otros delitos en línea.

El arresto

Al final, la investigación conducida por Beining resultó en la detención de dos nigerianos que se presentaron como diplomáticos surafricanos. Los delincuentes habían viajado a los E.E.U.U. para recoger más dinero de la mujer en nombre de Charlie, quien dijo que le habían pagado $42 millones de dólares por un proyecto de construcción en Sudáfrica. La mujer pensó que les iba a pagar para que ellos le devolvieran los $2 millones de dólares por transferencia electrónica a los Estados Unidos desde Sudáfrica, donde Charlie supuestamente seguía trabajando.

En julio del 2016, los dos delincuentes nigerianos se declararon culpables y en diciembre un juez federal los condenó a 36 meses de prisión. Pero Charlie sigue en libertad, posiblemente en Nigeria y existen pocas esperanzas de encontrarlo.

“Es un crimen muy difícil de comprobar”, dijo Beining. “Cuando alguien está detrás de una computadora, es muy difícil saber quién es. Podemos averiguar en qué parte del mundo está utilizando su computadora, pero la parte más difícil es saber la identidad de la persona. Es por eso que este individuo sigue fugitivo”.

No te conviertas en víctima

Para mantenerte seguro en el Internet, ten cuidado con lo que publicas, porque los estafadores pueden utilizar esa información en tu contra. Siempre usa sitios web reconocidos, aunque los delincuentes también buscan a sus víctimas en las páginas web más populares. Si conoces a alguien por el Internet y desarrollas una relación romántica, considera lo siguiente:

-Investiga la foto y el perfil de la persona usando herramientas de búsqueda en la red para ver si la foto o el perfil han sido usados en otro sitio.

-Tómate tu tiempo en la relación y haz muchas preguntas.

-Ten cuidado si el individuo intenta aislarte de tus amigos y familiares o solicita fotos inapropiadas o información financiera que podría ser utilizada para extorsionarte.

-Ten cuidado si el individuo promete reunirse en persona, pero después te da una excusa y cancela la cita. Si no has conocido a la persona después de unos meses, por cualquier razón, tienes buenas razones para sospechar.

-Nunca envíes dinero a alguien que no conoces personalmente. “Si no conoces a la persona, no envíes dinero”, dijo Beining. Verás cuáles son sus verdaderas intenciones después de eso.

Cómo contactar al FBI

Si tienes información sobre estafas románticas, llama sin costo a la línea del FBI: 1-800-CALL-FBI (1-800-225-5324). También puedes contactar al FBI a través de sus oficinas locales o en la embajada o consulado de Estados Unidos más cercano.

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